Urbanización para 1.537 viviendas unifamiliares en La Muela, a 14 kilometros de Zaragoza, en el mirador geológico del valle del Ebro, donde disfrutar de unas impresionantes vistas sobre el valle del Ebro, un medio rural de campos de cultivo y frutales y unas temperaturas sensiblemente mas frescas en verano.
Un eje lineal verde equipado (equipamiento deportivo, educativo, y comercio) de 4,2 km. de largo y 50 m. de ancho da acceso a 58 calles trasversales residenciales, dividiendo este eje central verde en 60 “unidades de paisaje”, 60 paisajes diferentes recorridos por un andador peatonal central de 6 m. de ancho.
Cada “Unidad de Paisaje” de 3.500 m2 cada una, esta constituida por un mismo pavimento y un mismo tipo de vegetacion, creando un paisaje experiencial que nos pone en relación con el medio, los campos de cultivo.
Se han usado pavimentos de diferente naturalidad y grado de alteración (reciclado, asfáltico, plástico, cerámico, natural y existente) y vegetacion de diferentes tipos de altura (tapizantes, arbustivas, arbol bajo, medio y alto).
Para la determinación de la vegetación de cada Unidad de Paisaje se tomo como criterio de diseño establecer una relación entre densidad habitacional y altura de vegetación, de forma que el numero de viviendas que tuviera cada calle residencial determinara el tipo de vegetación, el alzado y alturas del parque. Las calles de menor numero de viviendas determinan un tipo de vegetación baja, tapizante, y las de mayor número, arbolado de gran porte, creando zonas de sombra.
Se adjunta esquema de determinación de la tipologia de vegetación de las 60 unidades de paisaje.
Los criterios para la determinación de los pavimentos en cada Unidad de Paisaje fue según la relación de estas parcelas con su medio, siendo esta lineal. El inicio de la urbanización esta junto a una zona mas urbana, y a medida que avanza se adentra en un medio rural y natural sin presencia urbana. Se determinaron materiales según su grado de alteración humana, siendo los mas alterados neumáticos troceados, asfaltos, pasando por ladrillo molido, reciclados y los menos gravas y tierras naturales.
El andador central, como un viaje iniciático, recorre paisajes naturales y artificiales.
Un campo de almendros es respetado e integrado dentro del parque lineal. El andador lo atraviesa respetando su trama. Nos permite atravesar un campo de almendros, entrando en su espacialidad e información.
Que bonitos se ponen en febrero anunciando los primeros la primavera..
Un bosque de postes metálicos huecos configuran este paisaje. Si los golpeas suenan..
Cuerdas en diferentes alturas y tramas configuran una gran zona de juego. Columpios, mallas, puentes…
Un paisaje artificial que es natural
Intervención escultórica del artista Miguel Antón Malo, creando un organo musical producido por el viento.
Un lugar donde escuchar el lenguaje que genera el viento
Las aberturas crean una resonancia en el interior de los conos en diferentes tonos. Cada uno esta en una orientación creando una composición natural de quien realmente domina el paisaje.
Un paisaje donde aparecer y desaparecer. Como huecos de topos, y conectados entre si por tuneles, se crea un espacio donde experimentar el desarrollo psicomotriz del contraste, subir, bajar, aparecer desaparecer, entrar, salir.
Un lugar fantástico para jugar al pilla-pilla, donde mostrarse y desaparecer en el paisaje.
El limite de la urbanización con su paisaje es un andador de 2 metros de ancho de forma que incluye e incorpora el propio paisaje agrícola colindante dentro de la experiencia del parque. Los campos de cultivo forman parte del paisaje y del parque. Este mismo andador se haya en el limite norte de la urbanización, recorriendo el limite de “la muela” donde contemplar las espectaculares vistas sobre el valle del Ebro donde se han dispuesto de pequeñas plazas-mirador para sentarse, reposar y contemplar las vistas. Todo el perímetro de la urbanización tiene un recorrido de 14 kilómetros, siendo una buena marcha para quienes quiera realizarla.
El mobiliario propone experiencias para interaccionar entre el paisaje existente y el creado.
Estas mesas a diferentes alturas y algunas con muros para frenar el viento y apoyarse están sobre la altura de las plantas arbustivas, de forma que podemos sentarnos sobre su altura, contemplando el mar vegetal del paisaje.
Otro mobiliario propone bajar al suelo, siempre tan cercano y que parece inaccesible para estar
Bancos enterrados en el suelo donde sentarse a esta cota, cambiando nuestra relación con el espacio y acercandonos al suelo. Que diferente es sentarse en un banco normal y uno que esta en el suelo…
Pavimentos diferentes, naturalezas diferentes, mobiliarios diferentes en multiples combinación ejemplo de la propia naturaleza, natural y artificial.
Que hacer con los neumáticos de las ruedas de los coches que ya no sirven…
Existe la posibilidad de utilizarlos como pavimento. Un suelo elástico que absorve nuestras pisadas y reduce nuestro ruido al caminar…
Pueden convivir los neumáticos con los árboles ???