Por propuesta de la amiga y artista Loreto Blanco (te invito a visitar su fascinante trabajo visitando su web) y en colaboración con el también amigo y artista Miguel Antón, nos planteo hacer una intervención en el bosque de su casa, un bosque de robles en Cangas de Morrazo, Vigo, como regalo a sus hijos y como dinamización de este ancestral lugar.
Surgió tras la escuchar del lugar, la creación de una estructura que estuviera emplaza en el Centro del bosque y que estuviera relacionada con él, con su información y movimiento, de forma que pudiera escucharse dentro de ella el sentir del bosque y que bi-direccionalmente lo que ocurriera en la estructura pudiera trasmitirse y ser escucha por el propio bosque. Una estructura que busca una relación de escucha y dialogo entre el bosque y sus habitantes.
Galicia, tierra de redes y pescadores. Este fue el material elegido para la ejecución de la intervención, una construcción realizada totalmente con redes de pescar de diferentes densidades y texturas, por su trasparencia, resistencia a la humedad climatológica y simbólica, como forma de recibir la información de lo que ahí ocurre.
- Año
- 2006
- Nombre Técnico del proyecto
- Intervención artistica en bosque privado
- Solicitud
- Loreto Blanco
- Localización
- Casa del Bosque. Cangas de Morrazo, Vigo (Galicia)
- Equipo Técnico
- D. Miguel Antón Malo, artista y D. Carlos Martín La Moneda
Como un utero marsupial la estructura se configura por dos redes principales, la inferior, que sostiene el peso de quien entra, y la superior, que se tensiona al unir la red superior con puntos sensibles del bosque, ramas.
Como impulsos neuronales las cuerdas conectadas a los centros sensibles del bosque recogen su movimiento, su información, su vibración. A su vez al entrar en la estructura, el movimiento y peso de quien entra tensiona estos mismos nervios, trasmitiendo el movimiento al bosque.
Forma resultado de la relación con su espacio y limite del propio material constructivo, configura un mandala natural de relación espacial y de información entre el ser humano y la naturaleza, como reflexión de la búsqueda de la siempre delicada simbiosis añorada.
Una estructura sensible y conectada al bosque resultado del vacío y espacialidad que este ofrece, un sistema nervioso donde conectar nuestra mente a la del bosque.
La experiencia interior es como la de estar sostenido y mecido por el bosque, en relación sentida con él. Las redes y el material en sí toma su información que proyecta sobre el útero interior creado, trasmitiendo esta información sensible al cuerpo, la piel, y la mente.
