El 12 de noviembre de 2011, Maria y Serna celebraron su boda. Decidieron regalar a cada asistente a la boda un árbol, creando un bosque, memoria de su unión y legado para las nuevas generaciones.
160 árboles, robles, arces, nogales y fresnos se plantaron en el Anillo Verde de Burgos como legado y memoria de su unión, representando cada uno a sus seres queridos, padres, familiares, y amigos, creando un espacio donde encontrarse en el futuro, donde pasar las tardes con su nueva familia y amigos, creando un nuevo bosque en la ciudad de Burgos. Un acto de amor, vida y unión.
El bosque se diseño con ellos conjuntamente, creando un claro en su centro donde juntarse en el futuro. Se diseño desde criterios geométricos, marcando la salida del sol el día de sus nacimientos y cumpleaños, de forma que fuese un espacio personal e íntimo, donde ambos, puedan disponer de este lugar para descansar y sentir día tras día, junto a la naturaleza, las experiencias y los aprendizajes de la vida.
Se realizó en colaboración con el Ayuntamiento de Burgos y la empresa de reforestación Eurofor S.L. con la colaboración de Jorge Bustamante, y los colaboradores Valerie De La Dehesa y Jorge Caminero, y el inestimable apoyo de Maria León y Jorge Serna.
La marcación de los 160 árboles se hicieron manualmente con la ayuda de dos amigos, con un centro y dibujando con cal los círculos concéntricos donde se emplazaban los árboles. Cada circulo tiene un diámetro concreto en base al diseño de Geometría Sagrada.
Tras el diseño y replanteo insitu, operarios de la empresa EuroFor realizaron la plantación del bosque, plantando cada especie donde estaba indicado, tras el ahoyado previo.
Posteriormente se entutoraron y protegieron, dado que hay animales en las cercanías que pueden comerse los jóvenes arboles.
Para el diseño del bosque se obtuvieron los Rectángulos Solsticiales personales de cada uno de ellos, y se coloco el de ella en posición vertical o lunar y el de él en posición horizontal. Los arboles se colocaron en las esquinas de estos dos Rectángulos, trazando estos dos rectángulos en los 4 recintos del lugar, con el propósito de que cuando fueran al bosque pudieran ver salir el sol el día de su cumpleaños marcado por los arboles, y tuvieran un lugar sagrado donde comprender e integrar los aprendizajes de la vida personal y en pareja.
Este fue el regalo que los novios hicieron a cada asistente, plantar un árbol por cada uno de ellos en recuerdo y agradecimiento, dando un regalo útil que perdudara en el tiempo y que fuera un recuerdo de todos ellos.
En la boda dieron esta tarjeta en la que informaban a los asistentes del bosque que en su nombre plantaban..
Un regalo de boda legado de esta unión, que trasforma la realidad, el paisaje y su medio ambiente.